El Amor que cura
El amor que cura
Lo que es la sangre para nuestro cuerpo, es el amor verdadero para nuestra alma.
El amor verdadero nos lo regalan desde la Fuente eterna e infinita del centro del universo.
Las funciones de la sangre, que fluye por nuestro cuerpo hasta en las venas más finas, son incalculables en cantidad, entre otras en el terreno de:
Limpieza, purificación, alimentación, crecimiento, inmunidad física y la salud en general.
El flujo del amor por nuestra alma se puede comparar en una manera transformable con el flujo de la sangre en nuestro cuerpo.
El funcionamiento del amor en nuestra alma es potencial e infinito, como por ejemplo en el terreno de:
Limpieza, purificación, alimentación espiritual, crecimiento, nuestro sistema de inmunidad espiritual y nuestra salud espiritual.
Como en el cosmos nada puede existir por sí mismo y todo y cada uno está interconectado y todos dependen unos de otros, la interacción entre la sangre de nuestro cuerpo y el amor en nuestra alma es una verdad inevitable.
¿Los conflictos interiores pueden enfermar nuestro cuerpo y/o alma?
Hay un enlace paralela entre las vías del amor del alma y la sangre del cuerpo, se influyen mutuamente. Eso, sobre todo, tiene un papel muy importante en nuestro sistema de inmunidad física y espiritual.
Un bloqueo en nuestra mente puede resultar en un bloqueo en nuestro cuerpo, lo que puede conducir a una perturbación en el funcionamiento del cuerpo y/o la mente, lo que entonces se puede manifestar en una enfermedad física o psíquica.
Si la conciencia del alma puede enfermar a causa de conflictos en cuerpo y mente, se puede decir, que la conciencia del alma también puede ayudar y cooperar para curar.
La abundancia y la pureza del amor que corre por nuestro cuerpo, tienen un papel muy importante.
Puede ser como una máquina que arranca y soporta los procesos de saneamiento.
Igual como el odio, el polo opuesto del amor, lo hace en el sentido contrario.
Donde nuestro amor se comunica con otros y afluye y cause el florecer, allí nuestro odio se pone en contra de nosotros mismos y funciona de manera sofocante, secante, enfermando.
“Enfrentarse a una confrontación difícil de la vida con una fuerte conmoción interior y con las rodillas temblando", "la reacción de nuestra aspiración sobre las emociones fuertes" y la expresión "Eso me causa dolor de estomago", son solamente ejemplos breves, pero lo dicen todo sobre la influencia mutua.
Un posible funcionamiento curador de nuestro amor no se limita a nuestro cuerpo humano, pero funciona también de manera similar en nuestra sociedad.
Una sociedad, en la cual domina la falta de amor y por eso el egoísmo, mostrará una evolución desastrosa, incluso y sobre todo con una grande prosperidad material.
Una sociedad, en la cual domina el amor, crecerá, florecerá y curará.
No hace falta que buscamos nuestro amor muy lejos, está presente dentro de nosotros mismos en el caso de que lo queramos o podamos ver.
Es una flor que siempre florece, ¿¿pero a menudo está sofocada por??
¿Qué es lo que a menudo sofoca nuestro amor?
¿Estamos dispuestos de buscarlo?
Ya sólo con arrancar sinceramente este proceso de búsqueda, mostramos nuestra buena voluntad.
Experimentaremos que nos ayudan en esto.
Esto es el auténtico, el verdadero y el gran viaje de búsqueda sin fin de toda la vida,
La búsqueda hacía el Amor!
Es la mejor base más sólida para el proceso de evolución del hombre, la sociedad y el cosmos.
Jan Jacob Henneman